Wüin:
Lágrimas de una Princesa Guajira
Azul
cielo detonante de ilusiones en la escasez de nubes, sol radiante de sed, desérticas
y mágicas tierras, entre piedras brotan cujíes, cactus y cardones, de la
endereza fortaleza decisiva de sobrevivir en la Alta Guajira venezolana, la
brisa marina del golfo moldeando las siluetas esculturales, montañas de arena
reflectantes de oro brillante en honor a la olvidada, desvalorada cultura wayuu,
que nos han vestido de mantas florecientes, tejiendo la trama y urdimbre de
resaltantes coloridos coloreando matices a nuestras planicies colombianas,
venezolanas entretejiendo unión, inmortalizando en cerámicas sus artísticas
creaciones, danzando folclóricos bailes, ancestrales ritmos mundiales,
relatando la fantástica historia del nacer de las estrellas, sus leyendas
inverosímiles, nos hacen soñar lo inimaginable.
La
sombra de una manta guajira asoleada, acariciando la brisa, la mujer de rostro
hilado por los rayos solares, llamada Alicia, piel de madre tierra, ojos negros
categórica belleza de su raza, había caminado kilométricas distancias en
búsqueda del vital líquido, naturales
vertientes, en pozos distantes, regresa a su casa de barro con su vasija vacía,
sus dos hijos la esperan sedientos.
Alicia
sin lágrimas que derramar, les dice a sus niños José y Mercedes:
-
No hay agua - En wayuu.
José
aventurero de 12 años de edad, le quita la vasija, Mercedes tenaz y aguerrida,
de 10 años, la asiste a sentarse, en la humildad de sus aposentos, 3 chinchorros
coloridos de los telares amorosos de su madre, una mesa, tres sillas, adornos
adornantes de artesanías, le sirven la escasa comida, de la alacena de sus
esfuerzos en subsistir.
José:
-
¿Qué haremos? – enojado de la impotencia
de la precariedad- ¡En el Jagüey tampoco tenemos agua!
Mercedes:
-
Vamos a comer lo que tenemos, tranquila
mami.
Comiendo
en silencio, rodando con dificultad el alimento, en sus secas gargantas
deglutiendo arepas de maíz.
Alicia,
mirando los rostros angustiados de sus primogénitos, les dice:
-
Hijos míos, estén tranquilos, saldremos
adelante, como nuestro pueblo lo ha realizado a pesar de las adversidades –
Tratando de animarlos - Les relataré la leyenda de la Princesa Guajira: Las
lágrimas de una princesa guajira inundaran las desoladas costas, las nubes
bailaran, al son de sónicos titilares, tomaremos
de los mares, saciando las sedientas ansias de vivir, colmarán de verdes el
paisaje, ríos se desbordaran galopando sobre las cimas descendiendo en cascadas
de manantiales, reposaran en lagunas sirviendo las vasijas en abundancia, en un
oasis de la existencia.
José:
-
Traten de llorar para que se realice.
Mercedes
trato de llorar siendo imposible, entristeciéndose.
Alicia:
-
Serás una Princesa Guajira al crecer –
Mirándola, rosando su mejilla.
Esta
legendaria historia quedó sembrada en su imaginación, la admiración a la
tenacidad de su madre, tejiendo sus vestidos de cariño, entretejió el destino
de sus hijos, con los hilos de sus decisiones cubrió su infancia en la plenitud
de ser amados, siendo pobres, tenían la riqueza del amor, de la hermosa
naturaleza, la felicidad de estar juntos.
Crecieron
entre los mitos y leyendas, ensoñadas vivencias, de sus tradiciones de orgullo
de su raza Guajira, al acercarse la Iwua, la primavera, se reunían con
comunidades aledañas de otras culturas indígenas Arhuacos y Zenúes, en la danza Yonna, sonantes tambores
ancestrales Kashas, el sonido del viento en las flautas Masii, Wontorroyoy, el
arpa de boca Turrompa, con sus trajes alegóricos, la mujer con velo cubriéndose
con sus brazos extendidos, persiguiendo rítmicamente al hombre, danzando en
retroceso, esquivando los pies, de la cautivante fémina, danzando la fertilidad
de los campos y seres humanos, clamando lluvias, Juyas al creador Mareygua, en rituales de una
Outsu, admirando los presentes las
mágicas presentaciones, tomando mazamorra, compartiendo alimentos típicos, friche,
presenciando cantos teatrales Jayeechi relatando fantásticas historias Wayuu.
La
memorable vida en la Guajira ante la precariedad de recursos prevalecieron los
coloridos telares de amor, entrelazaron sus destinos con sus decisiones, su
madre en la época más desértica, para brindarles mayores oportunidades de
subsistir, los envió al Zulia, el Moján, junto a familiares, les brindaron la
oportunidad de estudiar, José en busca de aventuras decidió el camino
equivocado, se unió a la jornada de contrabando de gasolina, actividad
delictiva en complicidad institucional en territorio de Colombia y en
Venezuela, obteniendo mayores beneficios que el trabajo honesto en el campo o
de hasta ejercer profesión universitaria. Mercedes en cambio, con la tenacidad
de hacer realidad sus sueños, se dedicó a estudiar con una beca obtenida después
de recuperar la Democracia en Venezuela, por su fructuoso rendimiento escolar, después
de ser reconstruidas las devastadas opciones educativas adoctrinarías por la
autocracia venezolana, derrocada a finales 2.013 por la voluntad popular,
Mercedes actuó en protestas cívicas exigiendo conteo voto a voto develando fraude
electoral acontecido el 14 de Abril del 2.013. Mientras estudiaba, se sustentó
realizando las complejas técnicas de tejido wayuu, tapices, chinchorros,
hamacas, mochilas, en formas geométricas representativas de la vida, añorando a
su madre al entremezclar los hilos de las escatológicas historias de los
misterios universales, fusionando las fantasías con la realidad, al aprender a
hilar por la wale´keru, la araña que les enseña a tejer, arte que representa
creatividad, inteligencia y sabiduría de la óptica de los aconteceres, saber
demostrado al graduarse con honores en
la Universidad privada urbanística, en el 2.017 en Ingeniería Mecánica, donde conoció a la estudiante de Arquitectura,
Gabriela, blanca de ojos azules, pelo castaño rojizo; establecieron una amistad
que trascendería sus razas o géneros, al enamorarse, decidieron urdir sus
tejidos de amor, venciendo la discriminación, siendo activistas en reconocer la
igualdad de derechos, haciendo reconocer el Matrimonio Igualitario.
Ocultaron
a sus familias su relación en las telas del cariño, en la fiesta de graduación
develarían el misterio de su intensa amistad. Al acto asistieron ambas proles, sus
birretes y diplomas los levantaron tomadas de las manos, en la reunión de
celebración conjunta, bailando gaitas tradicionales rítmicas zulianas,
vallenatos de danzares costumbres colombianas liadas por líricas composiciones
Wayuu, les expresaron su amor, sus intenciones de casarse, legitimando su amor
ante la sociedad, mediante representación de en cantos teatrales Jayeechi, Mercedes
y Gabriela, vestidas de trajes alegóricos en Mantas Guajiras maquilladas con
onoto, relataron que al conocerse se iluminó el Sol de su vida, encontrándose
la luna y sol en símbolo de éxito, al triunfar sus sentimientos, entretejiendo,
entremezclando sus almas, Mercedes tenía la luna en sus brazos, Gabriela el sol
entretejiendo, unidos sol y luna resplandeció un mundo en libertad de amar, estirando
tejido hilarante de esta imagen descrita, sin discriminación racial ni de
género, siendo sus esencias una misma, se besaron, expresando sus deseos de
amarse en la eternidad, siendo sus labios cantares del idioma universal del
amor.
Sus
familias quedaron atónitas, abandonando agasajo los intolerantes, Alicia
empalideció se acercó a su hija Mercedes, a su enamorada Gabriela, las tomó de
las manos y las levantó en señal de aceptación, los representantes de Gabriela,
Víctor y María de raíces acaudaladas se las quedaron mirando perplejos.
María:
-
Mira el lado positivo, aunque sea
sabemos que nuestra hija se casará.
Víctor:
-
Tienes razón, nos libraremos de su
rebeldía. – Riéndose, bromeando.
Les
aplauden ovacionándolas los tolerantes, en la comprensión de que el amor no se
discrimina, les aceptaban José, acercándoseles para felicitar a su hermana
Mercedes, Diana y Juan hermanos de Gabriela entendieron también sus intenciones.
En
cumplir la ley guajira del matrimonio viajan a la Alta Guajira, a efectuar la reunión ápajá, donde
Gabriela solicitará la mano de Mercedes, Alicia había congregado una comisión
de ancianos de linaje tolerantes a esta iniciativa, entre los que estaban Juan el alaula, tío materno mayor y
Alicia. Gabriela solemnemente les solicita su permiso para casarse con
Mercedes, llevándole collares de tu uma y cormelina, acompañada de dotes acordados
por el pütchipü
portador de la palabra, solucionador de conflictos, distribuyéndose
los obsequios entre los parientes matriarcales, transcurrido el tiempo de 1 año
podrán contraer nupcias.
Gabriela
y Mercedes, regocijadas ante la esperanza de contraer nupcias, suben a la cima
de una montaña a contemplar el paisaje. Mercedes al mirar la pobreza de los
caseríos su mirada se torna nostálgica.
Gabriela:
-
¿Qué
te sucede mi amor? – Angustiada.
Mercedes:
-
Mi
pueblo Wayuu ha sobrevivido a nefastas condiciones climáticas, tengo el deber
de ayudarles.
Gabriela:
-
Lo
haremos.
Se
miran y abrazan, admirando la belleza de las planicies agrestes de aridez,
sensibilizándose en la naturalidad de amarse. Mercedes sintiéndose reconfortada
e ilusionada ante la fantasía de hacer realidad su utopía, derrama una lágrima,
entonces las nubes primaverales multiplican sus lágrimas en lluvia destellante,
dibujando en el cielo, sus rostros destellando alegría, Mercedes se ríe
continuando abrazadas brotando de entusiasmo, se distancian ambas sonriéndose.
Gabriela:
-
Mira
mi amor, se realizó tu sueño, de la Princesa Guajira, la leyenda que me
relataste. –Secando las lágrimas a Mercedes.
Mercedes:
-
Sí
mi vida, con nuestro amor podemos hacer de lo imposible posible.
En
la convicción de hacer realidad en un mismo camino sus ilusiones ensoñadas,
regresaron a Maracaibo, en su nido creado con los recursos obtenidos de empresa
textil de telares Wayuu que juntas fundaron, diseñaron juntas civilización
bioclimática para proveer del vital líquido las tierras que la vieron nacer, conservando
los valores culturales wayuu, en protección del medio ambiente, uniendo sus
conocimientos de Ingeniería y Arquitectura, las corrientes marinas del Golfo de
Venezuela nutrirían vertientes, estableciendo Plantas de Desalineación en las
costas, con procesos amigables a la naturaleza, distribución del líquido, con
desagües de reutilización en plazas, en creación de lagunas con aguas potables,
que suministrarían a la metrópolis Wayuu, descontaminación aplicadas en aguas
residuales, con Plantas de Tratamiento, similares a las utilizadas en 2.013 en
los Emiratos Árabes Unidos, pero con procesos optimizados emulando a los
procesos naturales, reduciendo el consumo energético, filtros evitarían la
emisión de gases, empleando algas marinas que a las orillas navegan,
transformando dióxido de carbono en oxígeno, filtradores en puntos
estratégicos, creando atmósfera protectora, reproducción de especies en las
afluentes recreadas hacia la abundancia en las redes pesqueras. Plantas Embotelladoras
de agua de distintas fuentes, aunadas a la condensación del aire, garantizando
la satisfacción de la sed.
Purificador de cascadas
naturales, emergiendo de la montaña donde Mercedes derramo sus lágrimas, rocas purificando
al deslizarse creando manantiales, subterráneos y superficiales, cabalgando en
las colinas y planicies en ríos, en la distribución del vital líquido, creando
en su avance minerales PH adecuados, descontaminando naturalmente elíxir de la
vida a lejanas zonas del mar, reposando en lagunas, recolectando lluvias,
produciéndolas mediante titilares de destellos eléctricos recreando la
condensación de la humedad, centellar de fuentes de energías alternativas
limpias, recreando Rayo Catatumbo, resplandecer en un mismo espacio y tiempo
creando centrales eléctricas, en ionizadas lagunas, contenidas en burbujas.
Diversas opciones energéticas ante el sol incesante cesando la escasez, con
celdas fotovoltaicas optimizadas con los progresos del Premio Nobel de Física
2.012. en la conservación de la energía, su producción en serie en láminas
delgadas adheribles a los cristales y techos de las viviendas bioclimáticas,
reduciendo consumo energético por su orientación y distribución del viento, a
través de ventanales circulando ventilación natural, construida con materiales
accesibles en su ecosistema, de barro, mezclado con materiales nanotecnológicos
a base de carbono desarrollo basado en Premio Nobel de Química 2.010, siendo
resistente ante desastres naturales, protegiendo la vida. Diseñando sociedad
bioclimática, industrias, en sectores apartados con procesos de producción
ecológicas, con plantas de tratamientos de aguas residuales, empleando
reproducción genética en la mejora de la calidad de los productos. El concejo
de la administración de recursos, respetando las costumbres Wayuu, las casas
tendrán sus haciendas productivas, de pastoreo, ganadería, pesca, agricultura,
telares de tejidos, artesanías, creando comunidades distantes y comunicadas de
clanes sociales denominadas piichipala o miichipala, zonas de educación
pública y privada, integrando sus tradiciones, en cada comunidad vivienda al
Piachi, líder espiritual por sus visiones y virtudes del alma protectora Seyuu,
curador, con plantas naturales, además de redes de hospitales, para brindar
servicios de salud, centros culturales y museos conservando, enalteciendo los
valores indígenas, áreas aptas para el turismo ecológico, construidas con
técnicas bioclimáticas, promoción, comercialización nacional e internacional de
sus productos y servicios, garantizando la auto sustentación de esta civilización
en la Alta Guajira en preservación de la naturaleza y de los valores humanos,
de las costumbres de este trascendental pueblo.
Mercedes y Gabriela se
admiran, al terminar la maqueta, materializando sus sueños, convocando
esfuerzos, con las Universidades de Venezuela, Colombia y el Mundo en
Democracias libertad y Paz, las Naciones Unidas, conciliando los recursos, sin
apologías políticas siendo el estandarte y el propósito la prosperidad.
Mientras hacen realidad
este deseo realizan su anhelo de amarse en Matrimonio Igualitario, después de
un año se casan en Maracaibo, caminando al altar se encuentran los mismos invitados
a la graduación donde revelaron el misterio de su unión en cantares aceptando
votos civiles, leyes humanas adquiriendo los mismos derechos implícitos, en
Iglesia Cristiana intercambian anillos, en señal de enlace infinito de sus
almas, en cumplimiento de las leyes de la existencia de Dios, celebran bodas de
distintas creencias, constatado el amor siendo la decisión en la aceptación de
la madre, Alicia, de su tío materno Juan mayor alelo en la línea materna, por
la ley de la sangre tienen autoridad, cumpliendo la ley guajira, pudiendo
procrear con medicina genética, las futuras generaciones, acertando ley de la
organización de los Seres Humanos por Malewua, relatado en el mito de Utta, el
gran sabio, quien hace milenios en clanes sociales organizó eiruku, con un
sistema de justicia siendo figura resaltante el palabrero, pütche'ejachi portador de la palabra
quien también las aceptó, siendo la familia importante, creación con
responsabilidad del núcleo, de la unidad, para la continuidad de la raza, casandose
en la Alta Guajira, asistiendo los que quieren presenciar la boda, entre
comidas típicas, bailes Yonna, danzares
Mercedes vestida de manta con su velo sobre su rostro deslumbrante de belleza,
Gabriela danzando hacia atrás, hasta ser derrumbada por los pies de su amada,
en señal de ser conquistada por su amor, entre cantares al amor jayeechi, se levantan siendo las alas de la
inmortalidad, besándose en la eternidad de amarse.
Inmortalizando sus
creaciones de amor en matrimonio, inmortalizando en las creaciones de
civilización bioclimáticas sus anhelos de proporcionar prosperidad,
inmortalizando la cultura Wuayuu enalteciendo sus valores contribuyendo a su
supervivencia conservando sus tradiciones, construyendo, inmortalizando 1,2,3
años sucesos acontecieron, fortaleciendo su amor, falleciendo las debilidades
de intercambios criminales, en desafortunados eventos al estar contrabandeando
muere José, en rituales ancestrales de entierro celebran su muerte, festines
gastronómicos legendarios, los asistentes llevan comida y bebida, las
plañideras mujeres contratadas para llorar, sin los sonidos musicales, los
sónicos lamentos en el festejo de la transición de la vida a la muerte, a los espíritus errantes de muertos el Yoruja, celebran ser almas
inmortales, días celebrando. Gabriela consola a Mercedes, se abrazan, abrazando
a la creadora de vida Alicia, le comunican que Mercedes embarazada está,
alegrándose ante la libertad del alma de su hijo quien después de la muerte
está en el sitio de descanso, donde habita la felicidad en el Jepirá, en espera del segundo velorio a realizarse al transcurrir 5 años, de
la noticia de un nieto por renacer, creyendo en la reencarnación se regocija.
Inmortalizando almas, en nueve meses celebran nacimiento, 4, 5, 6, 7, 8 años,
inmortalizando erigiendo civilización, exhuman los huesos, enterrándolos en el
cementerio maternal celebraciones continuaron enrumbando el espíritu en el
camino a la eternidad, Inmortalizando su unión familiar, Inmortalizando cimientos,
Inmortalizando la cultura Wuayuu 9, 10 años se terminan las construcciones, es
tiempo de inauguración, la madre de Alicia Orgullosa de su hija le canta
Leyenda de la Princesa Guajira, Acariciando la mejilla a Mercedes le dice, te
dije que al crecer serias una Princesa Guajira, colmarías del elixir del
existir a estas tierras.
Patricia Rincón
Pintura de Patricia Rincón
Dedicatoria:
Dedicada a la Cultura
Wayuu, a la protección de sus valores y de la Naturaleza.
A la naturalidad de
amar a personas del mismo género, en igualdad de Derechos.
A mis raíces zulianas,
amistades y familiares, a mi Madre Griselda, hermana Jeidy y mis hermanitos de
descendencia Wayuu, a su madre Diana, Alicia mujeres Guajiras maternas figuras
importantes para mí.
En especial a Claudia
Palacios, colombiana, explicando sentido de mis escritos, siendo lo más sentido
que es y siempre será amor de mis vidas, la mejor representación de la belleza
natural a quien le reitero solicitud de realizar exposición de arte, Planes de
Salvación de la Naturaleza, basados en el libro de poesías 531 Bellezas del
Mundo, con la coordinación de las
Universidades y las Naciones Unidas.
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